lunes, 22 de diciembre de 2008

CADENA

Por petición masiva, tenia previsto un tema que ando rondando desde hace unas semanas y concluiré con una etapa mas, pero antes os voy a dejar con esta CADENA de lo que SI y No me gusta.
SI
Adoro un paseo tranquilo, observando todo a mí alrededor.
Me encanta mirar por la ventana y ver las formas de las nubes, ver el otoño, la primavera, el verano, cualquier estación, puedo pasarme las horas en silencio, mirando el mundo desde la ventana y conversando con mi mas profundo yo.
Me encanta mi trabajo, la diversidad de la gente con la cual me encuentro, aprendo tanto de las vidas que me encuentro, que con solo eso, ya me siento mas que recompensada.
Sentir el agua caliente en piel mientras me ducho, mimarme ante el espejo mientras me maquillo, me encanta peinarme, prever que ropa me voy aponer con los zapatos y los complementos.
Me encanta una buena charla, con amigos, familiares o desconocidos, me encantan las risas, un baile y hacer el ridículo.
Adoro escribir, desde niña la escritura ha sido una fiel amiga.
Hablo por los codos y me fascina hablar, aun no entendiendo el idioma, gesticulo como los indios, hago dibujos o gráficos, hasta encontrarle un rumbo o sentido a la conversación.
Me fascina, el submarinismo desde que lo descubrir tengo el sonido de la bombona grabado en mi memoria.
Me encanta el ballet clásico, desde niña lo he practicado y creo que es la mejor manera para un buen mantenimiento corporal.
Adoro a los niños, da igual como sean, son adorables, entrañables y fieles a sus convicciones y principios, seguramente el tic tac de la maternidad en breves años llame a mi puerta.
Me alió con la tristeza en los momentos turbios y me rio con la soledad, que buenos y grandes momentos me ha dado, y otros tantos de abandono, me gusta poder entenderme con ambas.
Amiga de mis amigos, hasta la muerte, es el gran APEGO, que mas tengo, y en mi corazoncito, les alojo en una suite, en la suite de los recuerdos, de las experiencias, de la morriña, pero no puedo dejar quererlos.
Me encantan mis impulsos, ya mas controlados, por esos impulsos he superado muchos obstáculos y en numerosas ocasiones me han enriquecido mas que perjudicado.
Leer, con la lectura he hecho viajes a mucho lugares que dentro de mi imaginación, ponía colores, olores, y se plasmaban como una fotografía, increíble.
Me encanta la libertad y mucho mas la libertad compartida.
Amar, es una de mis pasiones predilectas, amar sin prejuicios, con el alma, como un niño, intensamente y como si fuera la ultima, me encanta esa chispa, la complicidad, el lenguaje de los ojos, la expresión corporal, entregarme por así lo deseo, fundirme en un abrazo e ir a beber saliva de una boca, me seduce la reacciones de la piel por lo que provoca una caricia, es espectacular el sabor saldo, acido o de metal de la dermis.
Me encanta vivir, cada día, cada sensación, cada minuto.
Me encantan poder decidir, soñar e incluso equivocarme.
Me encantan mis defectos, mi temperamento en ocasiones, es rico saber que me acepto.
Me encanta la serenidad, la tranquilidad, mis espacios, mi desorden y mi orden.
Adoro la vida, con todo lo bueno y con todo lo malo, procuro aprender y transfórmalo en muchísimo mejor.
Soy una fan de los valores, del respeto, de la sinceridad, honestidad, honradez y un largo etc.
Adora la valentía, el sacrifico y el esfuerzo, y cuando lo detecto en alguien, se han ganado mi admiración.
Me encanta lo cotidiano, la monotonía y la rutina, es fácil, caminar parraleramente, desde el entendimiento, compresión, mucho más que desde la utopía o la ideología de querer escapar de ello, fracasaría en el intento, seguro.
Que haría yo sin mi independencia, sin mis inquietudes, mis retos y mis metas.
He descubierto el pintar, cuadros, nunca se lo que voy hacer, ni los colores que voy a emplear, y siempre algo misterios, bello nace de esa creación.
Y sin FEEEEEEE, no podría llevar a cabo ninguno de todas estas cosas, no podría ponerme en la piel de los demás, ni disfrutar cada segundo, no podría sonreír y llevar el peso de la vida.

NOOOOOOOOO

Detesto la mentira por que si, la mentira por interés, detecto cualquier versión de la mentira y con cualquier disfraz.
Adió, el odio, en toda su extensión.
La agresividad, la brutal agresividad cuando es patología y cuando deja de serlo.
Odio la injusticia
No me gusta la falta de respeto, el narcisismo, la vanidad, ni el egoísmo.
No entiendo la superioridad, ni el clasismo, ni a un snob.
No comprendo la falta de generosidad, y la gran carencia de sensibilidad de la cual carece este planeta.
Odio la maldad
No me gusta la gente sin escrúpulos
Ni los intereses, ni los vicios en toda su amplitud.
No me gusta levantarme pronto.
No me gusta que molesten en mis momentos de altísimo
No me gusta la ambigüedad, me pierdo en el entendimiento
No me gusta lo negro, lo oscuro
No me gustan los perros grandes porque siempre me muerden
No me gusta el rencor
No me gustan los celos
No me gustan el hambre, ni el sueño, ni las guerras, ni la política
Seguramente me deje cosas en el tintero………

Le paso la cadena ASTRAGALO, DR.NO, Y MARI IPAS.

Buenas noches compañeros.

domingo, 7 de diciembre de 2008

SEBASTIAN RUBOLINO



A mi eterno amigo SEBASTIAN RUBOLINO,
La amistad entrelaza las manos, y con hilos invisibles se crean vínculos infranqueables con lazos invisibles de un bloque solido de cariño y un exquisito y profundo amor.
Recuerdo mi llegada a la recepción de una empresa Argentina con sede en Madrid, de todos los empleados, el mas silencioso, callado y exquisito por la educación, sin duda, tu. Pasaron los días, y mientras repartía el correo al resto de los departamentos y atendía las tareas cotidianas, os acercasteis Almudena y tu – Podemos tener una reunión contigo- me preguntabais, seme pasaron mil y una cosa por la cabeza, y entre expectante ala sala de reuniones, y me ofrecisteis formar parte de vuestro equipo de administración, así de sencillo fue como te convertirte en mi jefe, jamás tuve ninguna presión en el trabajo que desarrollaba, siempre dispuesto a que aprendiera y en mi recuerdo de aquella etapa, guardo profesionalmente el gran equipo humanos que formábamos en esa administración. Recuerdo con muchas nostalgia, los momentos de las conciliaciones que me aturdían la cabeza, y hacia de unos papeles una pelotilla y la lanzaba a tu escritorio, te asombraba eso gesto míos, que nunca sabias que quería ni si quiera con que golpes iba a salir, te quedaste mirando la papel y la tiraste a la papelera, hice otra pelota y te la volví a la lanzar : Necesito despejarme un poco, vamos a jugar al tenis – te dije naturalmente muy segura, andaba el director general a escasos metros, y me siguió dando igual, al final te animaste a empezar ese partido de tenis, con un solo un poco de papel, solo estuvimos un corto ratito, pero fue el suficiente, para continuar con las conciliaciones y haber despejado mi mente.
Fueron muchos los buenos ratos, aprendí de tu profesionalidad, la discreción e intente averiguar ese mundo interior que llevabas dentro dela carcasa de tu cuerpo, y siempre extraje unos valores que desgraciadamente están en peligro de extinción, me has inundado de una admiración exquisita, de un respeto incalculable, y de una bondad que no te cabe en el pecho, eres la primera persona que conozco, que hace amigos desde el corazón, y que tus pisadas por donde vas, dejan huellas que son casi inenarrables, porque son para sentirlas.
Otras veces, iba con cualquier informe cogía una silla y me ponía enfrente de tu escritorio, y me ponía hablarte de lo que le ocurría a mi corazón, seguramente conocías tu mucho mejor a esa persona que no sabia como sacar de mi vida, que yo misma, con cuanta atención me has escuchado siempre, jamás sentí ni en tu mirada ni en tu gestos ni un ápice de un pensamiento critico, ni sentí el roce de que estuvieras juzgando.
Recuerdo otro día, que estaba agobiada con algo, y fui a que María, me diera un abrazo, como siempre, yo con esos actos míos, necesitaba unos brazos que me dieran la fuerza de la seguridad, creo que esa fue la primera vez que aprendí a pedir un abrazo sin ningún tipo de pudor y creo que esa fue la primera vez que enseñe a dar un abrazo también sin pudor, recuerdo como se puso de roja nuestra María, luego con el tiempo venia a mi a decirme: Jo Sonia ya no me haces mimitos .
Recuerdo una apuesta que hice con Almudena, eran dos besos y estarían repartidos en un mes, la gane y se puso roja, y nos empezamos los cuatro a reír, hicimos tanto ruido y el resto del os departamentos se extrañaron tanto, que administración, estuviera de juerga.
Después de la jornada, a veces te unías, a las cañitas, en el bar de al lado de la oficina, otras te esperamos, e incluso alguna vez nos hemos ido de cenita por ahí, tengo en mi memoria algunas despedidas de compañeros y alguna cena de empresa, los bailes de salsa que no hemos marcado alguna vez.
Y el tequila que llevaron una vez a tu casa, un tequila mejicano, que eso no había rayos que lo tomásemos, y los dulce de leche, eran mi perdición, y las jornadas de cine que nos marcábamos cuando terminábamos de trabajar, con nuestra Charito.
Y esa tarde de jueves, que te pregunte que vas hacer esta noche??? He quedado con mi padre que ha venido de Argentina y no vamos a ver cante hondo – Llame a mi madre y nos apuntamos a vuestro plan, los cuatro, quien puede contar que estaba con mi jefe, y cada uno de nosotros con parte de nuestros progenitores, me encanto el espectáculo, me encanto el vino, y una vez el espectáculo termino me arranque a bailar flamenco y sevillanas, fue gracioso porque baile con casi todo el local sevillanas, estaba en un terreno que siempre me ha gustado.
Esa noche te pedí que no te fueras.
Recuerdo cuando me dijiste que dejabas la empresa y que te marchabas a tu tierra natal, no se que cara se me quedo, no te creía, no se si tardaste tiempo en decirme, pero María me decía, Sonia, es cierto, - Me abrace a tu cintura y se me ponían los ojos llorosos, y me dijiste – estas haciendo teatro o lloras de verdad - Se me soltaron las lagrimas y te dije que eso no era teatro, estuve intentando encajar tu partida, como buenamente supe, invente historia para que te quedara, pero me di cuenta que tu felicidad estaba allí, y que todo lo que había aprendido y por el enorme cariño y los grandes momentos que siempre me has aportado, debía no ser egoísta porque por encima de todos eso estaba siempre tu bien estar.
Fue para mi un gran honor, que descubrieras mi parcela con la escritura, envié un mail a toda la empresa, con unos textos míos y invitándoos, a mi primer recital de poesía en Madrid, estaba nerviosa, cuando llegue, estabas allí, y me hizo muy feliz, contar con tu presencia, estaba nerviosa por la temática escogida, no tenia ni idea de cómo lo aceptarían y aun así arriesgaba, hacer una vez mas, cuanto quería y sentía, con ciertos rolles, me sobresalta una rebeldía sin causa. Estaba sentada en la mesita con el foco de luz, me tuve que levantar porque me temblaban las piernas, hice una introducción de cada poemas y los motivos que me inspiraron y cuando intentaba fijar la mirada y buscar a mi gente, sabia perfectamente que estaba allí, escuche los aplausos, te miraba y veía una sonrisa de lado a lado , alternaba la mirada entre mi madre, esa mujer que me pario, y que se sentía, enormemente orgullosa, eras las dos personas, que mas me gratificasteis con vuestra compañía y siempre estuve segura, de que estabais allí, quienes yo quería que estuvierais. Nos fuimos a tomar luego unas copas, y recuerdo una frase tuya – Sois una cajita de Sorpresas, siempre me sorprendes – Cuanta ternura, he recibido por tu parte.
Siempre me ofreciste tu casa, para quedarme a dormí, y con una caballerosidad me cedías la cama y dormías en un colchón pequeñito, a la mañana siguiente desayunábamos y me dabas dulce de leche, que era mi perdición.
Recuerdo la despedidas que te hicimos, la empresa los amigos, me dijo Enrique Azuaga, mientras pedía una copa en la barra, Sebas y tu estabais muy unidos, se van extrañar mucho, con cuanta rabia le hubiera contestado, porque no había echo nada para que te quedaras, me costo comprenderlo y me consto, mucho las formas con las cuales regresaste, no era justo.
Viví las despedidas, de una forma con mas resignación que alegría, y cuando te echaras de menos que iba hacer – recuerdas que te lo pregunte, lo que he hecho este tiempo, recordarte con mucho cariño y quererte, eso es lo que he hecho, y cada vez que tengo noticias tuyas, me inundas de una enorme alegría y solo saber que andas por el mundo y que estas bien, ya me hace bastante feliz.
Me dejaste sola en la oficina y al tiempo, por motivos que ya sabemos, que fui yo, os eche de menos, eche de menos esa etapa, a mi SEBATIAN RUBOLINO, y en un verano, recibí un mail tuyo diciéndome que estabas en España, en mi habitación daba saltos de alegría y se lo fui corriendo a comentar a tu madre, intente localizarte hasta que hablamos, y quedamos.
Estaba en la esquina esperándome, notamos y picoteamos algo, te conté los acontecimientos nuevos, los viajes que había tenido y las experiencias por trabajo, que alegría me dio y corto se me hizo, me supo a poco, los planes eran quedarte de nuevo en España, por lo que me alegraba mucho, y te decía, si no te tenia que haber ido – pero duro poco y las cosas no salieron como tenias previstas.
Esa ultima despedida, por Madrid, lo pase muy bien contigo, pero llore mucho, me agarraba a tu cintura y no hacia otra cosa que llorar y llorar, no entendía porque te ibas otras vez, no entendía que parte del mundo querías estar, que podía ofrecerte y que podía hacer para que te quedaras, si hubiera tenido una barita mágica en ese momento, habría complacido tu deseo inmediato. No fuimos del local, porque en unas horas cogía el avión, y en la calle, mientras todos se dirigían al coche, me besaste, aun recuerdo ese beso, como si lo hubieras esperado siempre, algo que deseábamos y que no me arrepentí ni un solo instante, sentí una carga de emociones y sentimientos de una pureza innata, como si me hubieran querido por primera vez, me sentí en tus brazos una reina entre tus brazos y hubiera detenido el tiempo para que en unas horas no cogieras el avión, pero quien era yo para retenerte???? Con suavidad, con sinceridad, con madurez, con cariño, con ternura, me dijiste: Pasa la noche conmigo – habría pasado la noche contigo y seguramente hubiese pasado muchas más noches, pero tú debías irte, a buscar ese mundo que te hace sentirte cómodo y tal vez yo siguiera buscando experiencia y vivencias. Te llevaste mi DNI y al llegar a casa te llame, dejaste mi DNI a un amigo, y según cuenta la historia ya no volviste a España.
Al poco tiempo te escribí un mail, contándote que significo aquel beso, nuestro primer y único beso, siempre hemos tenido noticias el uno del otro, una llamada a tiempo un correo electrónico, y lo único que no quiero perder es el contacto contigo, agradecerte todo lo que me has enseñado, todo lo que en mi vida has significado desde el silencio, desde la prudencia, me sabe a poco, nunca he encontrado el modo de agradecerte tanto cariño mi querido SEBASTIAN RUBOLINO.
Cuando regrese a primero de año de Cádiz a Madrid, tuviste una llamada, cuanta alegría me dio escucharte, sentí que intuías que algo en mi vida no marchaba bien, y de algún modo con esa llamada, me recordabas la persona que existe en mi, y se asomaba un abrazo exageradamente grande y nuevamente y de alguna forma, me sentía querida, aunque haya sido desde la amistad mas profunda.
Hace unas horas, te contestaba a tu mail y te dejaba la dirección de mi blog, quería dejar todas estas palabras para ti, para SEBASTIAN RUBOLINO, y espero que cuando termines de leer todo esto, sientas que te abrazo desde el recuerdo con mucho cariño y principalmente que te quiero.
Gracias, muchas gracias por haber formado parte de mi vida y de mi existencia, es un regalo maravilloso.